Curvas de absorción de nitrógeno y potasio en tomate bajo invernaderos con distintos niveles de fertirrigación

Autores/as

Jonathan Lopez Toni
Estudiante
Cecilia Berrueta
Director/a
Rafael Grasso
Director/a
Santiago Dogliotti
Director/a

Palabras clave:

absorción, curvas, nitrógeno, potasio, tomate, Solanum lycopersicum, invernadero, fertiirrigación, fertilización

Sinopsis

El tomate (Lycopersicom esculentum Mill) es el cultivo que mayor área protegida ocupa en Uruguay, con 243 ha según datos de zafra 2014/2015 (MGAP. DIEA, 2017) y es la segunda hortaliza en cuanto a ingreso al Mercado Modelo. Los rendimientos del cultivo no han aumentado desde la temporada 2002-2003 (MGAP. DIEA, 2017). Estos rendimientos son inferiores a los alcanzable en la región con similares recursos productivos y buen manejo siendo los principales factores limitantes del rendimiento el manejo de la nutrición potásica en primer lugar y la nutrición nitrogenada en los cultivos de ciclo corto de primavera y verano para la zafra 2014/15/16 (Berrueta et al., 2019). Para contribuir a la mejora de la gestión de la fertiirrigación a nivel de predios se determinaron en este trabajo las curvas de absorción de nitrógeno y potasio (cantidades y momentos de absorción) para tomate indeterminado cultivado en primavera/verano bajo condiciones de invernadero en Uruguay con distintos niveles de fertilización con nitrógeno (deficiente, suficiente y excedentario). El ensayo se realizó en la estación experimental “Wilson Ferreira” (INIA, Canelones, Uruguay) en tomate variedad Lapataia de tipo indeterminado durante la zafra primavera/verano 2019/20. El ensayo conto con tres tratamientos; T1 sin agregados de nitrógeno y potasio, T2 con agregado de 100% de los requerimientos estimados de nitrógeno, potasio, fósforo, calcio, magnesio y micronutrientes, y T3 con agregado 150% de los requerimientos estimados de nitrógeno y 100% de los requerimientos del resto de los nutrientes. Se observo que T3 fue el tratamiento con mayor acumulación de materia seca con 15694 kg ha-1, seguido por T2 y T1 con 15290 kg ha-1 y T1 13124 kg ha-1 respectivamente. Las diferencias se comenzaron a observar a partir de los 110DDT y estuvieron mayormente relacionadas a MS en hojas. No se encontraron diferencias estadísticas en MS acumulada por los frutos ni en rendimiento. El T3 fue el tratamiento de mayor absorción de N (381 kg N ha-1), seguido por T2 (333 kg N ha-1) y T1 (289 kg N ha-1), reflejando la cantidad de N disponible para los diferentes tratamientos. La absorción de potasio fue mayor por T3 (697 kg K ha-1), sin presentar diferencias estadísticas respecto a T2 (652 kg K ha-1), ambos absorbiendo más que T1 (515 kg K ha-1). Los periodos de inicio de cultivo mantuvieron niveles de absorción bajos, mientras que los picos se dieron posterior a los 90 DDT debido a la demanda por los frutos, estos fueron los órganos a los que se destinaron mayor cantidad de nutrientes (60% del N y 70% del K). La absorción de N fue mayor en el periodo 120-150 DDT, mientras que la absorción de K logro un pico en el periodo 90-120 DDT. El T1 aun cuando no se realizó aporte alguno de fertilizante logro absorber cantidades importantes tanto de N como de K, demostrando que suelos de similares características son capaces de mantener altas tasas de crecimiento y alcanzar buenos rendimientos sin adición de fertilizantes. La información generada es un insumo clave para planificar la fertilización de los cultivos y la mejora en la gestión del fertirriego, aumentando así la eficiencia de utilización de los nutrientes y contribuyendo a generar sistemas más sustentables.

Publicado

7 febrero 2023

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